El
constructivismo:
Básicamente
puede decirse que el constructivismo es el modelo que mantiene que una persona, tanto en
los aspectos cognitivos, sociales y afectivos del comportamiento, no es un
mero producto del ambiente ni un simple resultado de sus disposiciones
internas, sino una construcción propia que se va produciendo día a día como resultado
de la interacción de estos dos factores. En consecuencia, según
la posición constructivista, el conocimiento no es una copia de la realidad,
sino una construcción del ser humano, esta construcción se realiza con los
esquemas que la persona ya posee (conocimientos previos), o sea con lo que ya
construyó en su relación con el medio que lo rodea.
Esta
construcción que se realiza todos los días y en casi todos los contextos de la
vida, depende sobre todo de dos aspectos:
2.- De la
actividad externa o interna que se desarrolla al respecto.
En
definitiva, todo aprendizaje constructivo supone una construcción que se
realiza a través de un proceso mental que conlleva a la adquisición de un conocimiento
nuevo. Pero en este proceso no es solo el nuevo conocimiento que se ha
adquirido, sino, sobre todo la posibilidad de construirlo y adquirir una nueva competencia que le permitirá generalizar, es decir, aplicar
lo ya conocido a una situación nueva.